miércoles

Se anuncia un vendaval



Torpes e insensatos humanos, que de todo me arrancaron, mi tierra, mi agua, mi asco, mi fango.

Paridos de mis propias grutas, hijos de mi alma, contruyen sus hogares arrancándome el pelo a desgarrones, fabrican sus objetos con los los bronquios vivos de mis pulmones, que se apagan lentamente en sus jaulas con olor artificial a limón.
Destruyen con crueldad egocéntrica a sus hermanos, sean animal, planta o vida, en vez de convivir como a cada instante se les ofrece, tomando lo necesario para uno y dejando lo innecesario, que será necesario para otros.

Humanos, capaces de manipular, utilizar, usaron esta capacidad para procurarse el todo. Aprendieron a recibir, pero parecen incapaces de comprender el hecho de dar, no devolver, sino dar, regalar, amar.
Así, poco a poco se tornaron insensibles, desdichados, faltos de alegría inconsciente, buscando el placer por el ombligo y no por el corazón, como agujeros negros, vampiros hambrientos capaces de tragarse todo.

Su mente, una mente tan determinada, buscadora de fines y no tan solo de medios de vida, capaz de extraerse del individuo y observar el todo; su mejor herramienta utilizada para generar un universo sin vida que acaba determinando sus intenciones, atrapados en la comodidad y la apariencia. Su mente es su propia perdición usada de ese modo.

Traicionaron al aire, traicionando así a sus propios hijos. Obstruyen y contaminan mi sangre, de la que luego no pueden beber. Talan mis pulmones, me arrancan la piel y me llenan de intranspirable cemento, fósiles de mis entrañas bajo las ruedas de sus coches. Guerras, miseria, bombas nucleares que me queman, estéril me tornan.

Han desafiado a la propia evolución, rompiendo el hilo de la continuación, incapaces de extinguirse por mero fluir. Y cada vez son más.
Maniatada, sólo puedo observar mi propia perdición, a costa de los seres que nacieron con el don de sanar y siguen ciegos ante él.
-dijo Mamá
AUDIO: Nacho Vegas - Canción de Palacio

3 comentarios:

José dijo...

la sociedad palidece por negar el pueblo."NO SUEñEs" los origenes no contradicen, el cambio se limita por intentar definirse, juega a morirse. hablar sin saber delata al k no encuentra

Yo dijo...

La tierra resucita. El hombre no.

Seremos culpables del exterminio de nuestros compañeros de tiempo, del entorno... Una especie que se niega a inmolarse sola, conciente de su finitud, intenta arrasar con lo que le rodea.

Esto es más que un suicidio no confesado.

Cauac dijo...

¿Acaso ya no existe mecha para comprender la expresión irracional de un poeta momentáneo? No es cuestión de buscar lo que falta sino sentir lo que hay.

No sé si encuentro, tampoco sé si busco. No sé. Sólo siento. Y nunca sabré, sólo sentiré que sé

Pero me tira la objeción sobre el cambio :)